«En UK se come de vicio», y yo os lo voy a contar desde este blog, dedicado a la apasionante y variada gastronomía británica. ¿No os lo creéis? Bien, voy a contaros algo…
La primera vez que pisé tierra inglesa no podía imaginar que me enamoraría tanto de ella. Hasta en seis ocasiones he tenido la oportunidad de cruzar el Canal de La Mancha, y en las últimas veces he prestado especial atención a su gastronomía, tanto salada como a sus dulces y su repostería.
Fue mi amiga María, con quien quedamos para cenar una noche de domingo en Leicester Square, la primera en hacerme una recomendación culinaria en esta tierra: el Sunday Roast. Hasta ese momento procuraba comer en lugares baratos, cerca de los puntos de interés turísticos y más cercanos a la comida basura que a algo que realmente pudiera llamarse «comida».
Este plato y el pub The Moon Under Water despertaron mi curiosidad. En ese momento empecé a investigar; dejé a un lado los cupcakes en los que tanto tiempo había invertido y comencé a hacer welsh cakes y lemon drizzle loafs, así como pies dulces y salados.
En cada una de mis visitas he comprado, al menos, un libro con recetas que he ido probando a medida que el tiempo ha pasado. Y a día de hoy puedo decir que conozco sus entresijos y que me manejo en sus técnicas como si fuera del mismísimo Notting Hill. En mis viajes he visto cosas como estas…




Ahora mis mejores amigos son el horno, los productos frescos, la harina y la mantequilla, y en cierto modo he hecho de estas comidas, entre otras, una forma diferente de cocinar. Para mi, el mito de que la cocina británica es de mala calidad y poco saludable es tan solo eso, un mito, y he hecho de este lema el de mi cocina y con el que comenzaba este post; porque es verdad, en UK se come de vicio. Y espero que vosotros no dudéis y también los hagáis parte de la vuestra.
En cuanto a mi, me llamo Cristina, nací en Jerez, he vivido casi toda mi vida en Miranda de Ebro hasta que fui a la universidad en Bilbao. Allí aprendí a juntar letras en la Facultad de Comunicación. Como con eso no bastaba decidí hace tres años trasladarme a Madrid para hacer un Máster en Radio y TV, que me propició trabajar en Cadena SER, donde fui inmensamente feliz. Compaginé el micrófono con mi trabajo en una conocida tienda de sugarcraft, donde asesoro a todos aquellos que desean hacer sus propias obras de arte dulces.
Hace un año ya que no estoy en las ondas, por lo que buscaba un proyecto que me apasionara y que me permitiera hablar de una de las cosas que más me gusta en el mundo: la gastronomía. Twitter me acercó la posibilidad de presentar un proyecto versado en Comunicación Gastronómica para una beca en el Máster de The Foodie Studies, y aquí estoy. Hablándoos de lo que como cuando voy a UK y de lo que cocino en mi propia casa, que ahora también es la vuestra a través de esta ventana.
